martes, 1 de marzo de 2011

Realismo en España.

Como se comento en la primera entrega el Realismo Literario es mucho más complicado de lo que parece. En España se caractarisa por tener grandes cuadros descriptivos, que si no son nuevos (ya que lo pedemos hubicar desde obras mediavales, y en la novela picaresca), sí se manifiestan con más énfasis debido al movimiento artístico en cuestión. En la Literatura hispánica se desarrolla al par del Romanticismo ganando terreno en el Costumbrismo gracias a la influencia de autores franceses, ingleses y rusos. Uno de los máximos exponente del Realismo español es Benito Pérez Galdós, entre sus obras más conocidas destacan: "Miau", "Marianela", "Doña Perfecta", "Fortunata y Jacinta", "Narazín" y "Tormento".  Escritor de una amplia gama de novelas y obras de teatros la más conocida es "El abuelo". Se le consedera a Galdós como uno de los procursores de la "novela de tesis".
Otros autores realistas españoles que destacan son: Armando Palacio Manuel, Emilia Pardo Bazaño, José María de Pareda y Sánchez de Porrúa, Luis Colona Roldan, Vicente Blasco Ibáñez, Felipe Trigo y Juan Valera.
A continuación les presentamos una parte de la novela "Miau" de Galdós, en donde se nos narra una parte del cortejo de Victor hacia Abelarda, la hermana de su primera esposa, quien siempre amo en secreto a su cuñado:
"-Soy un condenado, un réprobo... No puedo pedirte que me salves, porque la fatalidad lo impediría. Por tanto, si ves que me llego a ti y te digo que te quiero, no me creas... es mentira, es un lazo infame que te tiendo; despréciame, arrójame de tu lado; no merezco tu cariño, ni tu compasión siquiera.
La insignificante, con inmensa pena y desaprobación de sí misma, pensó: `Soy tan pava y tan vulgar, que no se me ocurre nada qué responder a estas cosas tan remontadas y tan sentidas que me está diciendo.` Dio un gran suspiro  y le miró, con vivos deseos de echarle los brazos al cuello exclamando: `Te quiero yo a ti más de lo que tú puedes suponer. Pero no hagas caso de mí, no merezco nada, ni valgo lo que tú. Quiero gozarme en la amargura de quererte sin esperanza.`" (PÉREZ, Miau.)